Medicína funcional

La “medicina funcional” quiere tratar a la persona, no al síntoma.
El enfoque de la medicina funcional es simple y obvio: las enfermedades crónicas en particular a menudo son causadas por un desequilibrio o trastorno en un sistema del cuerpo. Sólo si se corrige este trastorno, las personas podrán recuperar la salud. En los EE.UU. se han logrado tantos éxitos curativos de esta manera que cada vez hay más personas interesadas en este método curativo en Europa.

En Alemania, el especialista en medicina ambiental Klaus-Dietrich Runow fundó en 1985 el IFU – Instituto de Medicina Funcional y Medicina Ambiental. Los extraordinarios éxitos curativos de los terapeutas y médicos estadounidenses que trabajan según los principios de la medicina funcional fueron un incentivo suficiente para que la IFU se formara en este campo. Junto con personas de ideas afines, pacientes y socios de la medicina ortomolecular, pasó poco tiempo antes de que se consiguieran los primeros éxitos. Rápidamente se formó un grupo de pacientes que justificó la ampliación de la consulta.

La formación continua en los EE. UU. y un grupo de interesados ​​en rápido crecimiento hicieron imprescindible la formación en consultorios asociados: así nació la idea de una academia europea para formar a otros terapeutas: la Academia de Medicina Funcional (AFM), una «rama» de El Instituto de Medicina Funcional (IFM) en América tiene como objetivo establecer la medicina funcional en Europa y capacitar una red de terapeutas capacitados para la medicina funcional. (En mayo y octubre de 2011 se celebrarán más seminarios de formación en Frankfurt.)

¿Cómo “funciona” la medicina funcional?
Según los últimos conocimientos y con la ayuda de los métodos más modernos, la medicina funcional es capaz de satisfacer las necesidades de las enfermedades actuales. Los terapeutas aprenden a identificar el desequilibrio fundamental en el trato con los pacientes mediante cuidadosos exámenes psicológicos, fisiológicos y analíticos en laboratorios adecuados. El terapeuta comprueba una variedad de factores como:

Influencias ambientales: el aire que respiramos, el agua que bebemos, los alimentos especiales que ingerimos, el ejercicio físico, las exigencias externas o los traumatismos: todos ellos tienen un impacto en la salud.
Cuerpo y alma: Los factores psicológicos, espirituales y sociales pueden tener una enorme influencia en el estado de salud.
Genes: aunque los genes individuales protegen a algunas personas contra determinadas enfermedades, el ADN no es garantía de salud. Las últimas investigaciones han demostrado que muchos genes pueden verse influenciados por influencias externas. Esto significa que es posible cambiar los genes mediante influencias externas.
Al evaluar las causas de la disfunción, el terapeuta comprende cómo ocurren los acontecimientos clave. Estos son los procesos del cuerpo para mantener la vida. Estos procesos están relacionados con funciones biológicas complejas:

¿Cómo se libera nuestro cuerpo de toxinas?
¿Cómo se regulan las hormonas y los neurotransmisores?
¿Cómo funciona el sistema inmunológico?
¿Cómo reacciona el cuerpo a la inflamación?
Salud intestinal y absorción de nutrientes.
la integridad estructural
el equilibrio psicológico
la producción energética
Todos estos procesos están influenciados tanto por el medio ambiente como por la propia estructura genética. Sin embargo, tan pronto como surge un desequilibrio o se produce un trastorno, aparecen síntomas de enfermedad, incluidas enfermedades crónicas y degeneración neurológica. Por eso es tan importante observar el cuerpo en su conjunto y registrar todos los procesos del cuerpo mediante un análisis intensivo. Para el éxito terapéutico a largo plazo a través de la medicina funcional.